jueves, 19 de noviembre de 2009

Eugenio

Tal vez la particularidad más recordada de Eugenio era la de acarrear su silbato. Siempre en el llavero que colgaba de una cadena larga prendida de algún ojal de su vestimenta. Era éste del tipo de los que utilizan los amaestradores de perros para que el sonido se escuche a largas distancias. Lo usaba Eugenio en las noches campesinas cuando con unos tragos de más no lograba alzarse a la montura de su caballo después de bajarse o caerse. Alguien en el contorno lo escuchaba y acudía a encaramarlo a su cabalgadura.

-¿En cuántos pitazos habrá llegado tu padre anoche? se preguntaba Rita frente a sus hijos.

Eugenio era Eugenio Freire. De Villucura, Provincia de Biobío y las historias son de alrededor de 1940. Póngale o quítele años.

Es difícil buscar referencias actuales para que estos relatos no huelan a libros apolillados, particularmente cuando los protagonistas han desaparecido sin que hubieran tenido la oportunidad de tener un automóvil… apenas vieron tal vez, una película en blanco y negro sin sonido. Pero los trenes y las locomotoras a vapor eran admiradas por su poder y tenían (pensándolo bien, todavía tienen) un atractivo irresistible.

Eugenio solía visitar a un amigo de Los Ángeles, preferentemente en los días domingo de invierno y cuando el trabajo disminuía en el campo.

Elba, la hija de este amigo, me ha contado que se sentaban por dos o tres horas con un par de palabras, si es que eran necesarias.

Eugenio se levantaba al final de la sesión caminando hacia la puerta de salida con un arrastre rítmico de sus zapatos por el suelo y tirando el humo del cigarrillo decía…

-Bueno, aquí se va el tren. Y “chiqui-chiqui-chiqueaba” unos metros más con los pies mientras lanzaba un bien sonoro “peo” al aire de la habitación.

- Y ese, vendría siendo el pito, explicaba como despedida.

Ahora que pongo atención, igual que los trenes antiguos, tampoco el humor motivado por los pedos pierde actualidad. O puede ser que sólo persista en mi cultura familiar.

Eugenio era mi abuelo paterno.



Arriba: Eugenio a la derecha, su amigo a la izquierda.
Abajo: Eugenio a la izquierda. ¿Unos 25-30 años antes de la foto anterior?