lunes, 16 de agosto de 2010

Vino tinto

Beber moderadamente vino tinto conduce a un rango increible de beneficios positivos para la salud, especialmente para la prevención de enfermedades cardiovasculares. Un estudio reciente mostró también que ciertas substancias del vino tinto podrían también contribuir a la salud general, previniendo la acumulación de grasa y el desarrollo de obesidad.

El vino tinto es la bebida más compleja de la dieta humana. Esta complejidad se debe al impresionante número de compuestos que se extraen de la piel de la uva durante el proceso de fermentación. Estos incluyen antocianinas, fenoles, flavonoles y otros compuestos fitoquímicos.

Entre los cientos de substancias que se encuentran en el vino, el resveratrol sin duda, es el que ha despertado el mayor interés en la comunidad científica.

Numerosos estudios han demostrado que el resveratrol puede influenciar una muy larga lista de funciones fisiológicas comprometidas en el desarrollo de varias enfermedades crónicas. Por ejemplo el resveratrol reduce el riesgo de enfermedades cardíacas al detener la acumulación de placas ateromatosas (placas lípidas que se depositan en las arterias influyendo negativamente en su elasticidad).

El resveratrol tiene también poderosas propiedades anticancerígenas ya que es uno de los exclusivos compuestos que pueden afectar simultáneamente varios estados cruciales del crecimiento de células cancerosas. Esto, tanto en la prevención del establecimiento de la enfermedad, como también en la detención de la maduración de células cancerosas pre-existentes.

Los investigadores han descubierto además que el resveratrol tiene efecto preventivo en enfermedades neurodegenerativas y en la diabetes tipo 2.

Hemos sabido por varios años que la reducción del número de calorías en la dieta, (manteniendo niveles adecuados de nutrientes esenciales) produce cambios significativos en el metabolismo y que estos producen un incremento en la longevidad.

Probablemente en uno de los descubrimientos más increíbles de años recientes, se demostró que el resveratrol influye sobre los mismos mecanismos, principalmente por la activación de una proteína llamada sirtuin, la que al simular los efectos de una ingesta calórica reducida, propicia una vida más larga.

Los resultados de estudios recientes publicados por un equipo de investigadores alemanes sugiere que el resveratrol podría tener un efecto directo en el peso corporal al interferir con la acumulación de grasa en el tejido adiposo (adipositos).

Usando adipositos inmaduros (células grasas) como modelo, observaron que al agregar resveratrol, estas células no maduraron y no se multiplicaron ni aumentaron de tamaño. Además el resveratrol impidió la formación de nuevas células grasas alrededor de los adipositos e incrementó la destrucción de las grasas existentes. Estos efectos combinados significaron una reducción neta del volumen de tejido adiposo.

El peso excesivo está involucrado en un aumento de varias enfermedades graves, incluidas las cardíacas, la diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Debido a que el vino tinto es el único elemento de la dieta que contiene cantidades significativa de resveratrol, el resultado combinado de estos estudios enfatiza su papel positivo en la prevención de algunas enfermedades crónicas y en la mantención de un peso saludable.

El consumo de vino debe, de todas formas, ser moderado (una a dos copas diarias) para prevenir el consumo calórico (100kcal/100ml) y por algunos efectos cancerígenos del consumo excesivo.

Pero el consumo de vino tinto debería incluirse dentro de la lista de hábitos de prevención para una vida sana y no sólo como una opción de las entre muchas otras.


Esta es mi traducción de un artículo que puede ser encontrado en el enlace que sigue: